Inconstancia o alternativa de sucesos prósperos o adversos.
(RAE, 2021)
¿Qué quiero contarte…?
No estoy segura.
¿Hay algo que quieras escuchar?
«Cualquier cosa» no es una respuesta válida.
Hay tanto por contar, tantas voces y sueños por compartir… Puedo contarte cómo en este momento veo tu sonrisa, tu mirada, el color de tus ojos, la forma de tu nariz, las minúsculas pecas en tu rostro.
Puedo contarte cómo mientras caminaba de vuelta a casa, me topé con un gatito blanco, uno muy juguetón. Tenía una preciosa mirada anaranjada y un pelo tan suave como el terciopelo. Caminamos unos metros juntos. Fue el suficiente tiempo para que el travieso me dijera cómo en una de sus siete vidas un chamán le presentó al mismo Tezcatlipoca.
Puedo contarte cómo los pétalos de las flores que adornaban los árboles, se separaban y caían creyendo que encontraban la libertad cuando lo que en realidad encontraron fue el duro asfalto y el sucio calzado de la gente que cruzaba por el lugar. Lloran en silencio, pero no hay nada más que puedan hacer. Ahora sólo forman un profundo río de sangre para los pesimistas, un peligroso río de lava para los creativos o un montón de basura para los demás.
Puedo contarte sobre los hermosos colores del atardecer, cómo los colibríes viajan de flor en flor para teñir tan gloriosamente la bóveda celestial, cómo ellos alzan sus alas y danzan sin parar despedirse de Tonatiuh.
Puedo contarte sobre los autos que pasan a gran velocidad sin detenerse ni por un momento a pensar en lo que acabo de mencionar; sobre el hombre que ve y no quiere ver. El hombre que tiene tanto en la cabeza que teme y huye de estas maravillas creyéndolas vicisitudes.
Papalotes y palabras 